viernes, 22 de junio de 2012

Pedales de León, Cuarta Etapa

  Como todos los días, lo primero es bajar a desayunar par ir cogiendo fuerzas y creo recordar que habíamos decidido salir un poco antes que los días anteriores. Sabíamos que el tiempo para hoy podía complicarse porque nos habían dado partes meteorológicos que decían que el sábado y domingo el tiempo podía empeorar. Confiábamos que al ser partes de hace días, se equivocasen y el sol saliera sin problemas. 
  El desayuno, sin ser malo, le faltaba algo tan básico como el zumo de naranja, que parece que en esas zonas es algo que no esta en uso. Yo lo eche en falta durante casi todo el tiempo porque solo en el Hotel San Glorio tenían.
  Al terminar de desayunar fuimos a cambiarnos y hacer una pequeña revisión de las bicis. La mía el día anterior había estado haciendo un ruido muy molesto en la parte trasera y después de limpiar la cadena con un poco de gasóleo y engrasarla, me puse a revisar la rueda. El ruido había desaparecido pero por si acaso hice una pequeña revisión de todo menos el freno, porque desde Maestre me habían comentado que las pastillas estaban bien y me he fiado. Como no me fío demasiado del buge trasero pase un rato viendo si rodaba bien e hice lo mismo con el sistema de suspensión trasero. Aparentemente todo estaba bien y ademas ya sabéis que no tengo mucha mano con el tema de ruidos, el experto en esas cosas es Sergio.
  Una vez revisada la bici, salimos sin mas demora en busca de iniciar la etapa. La subida en principio la hicimos por una carretera, aunque el GPS nos volvió locos en algún tramo. La subida era tendida y la verdad que para ser la Pedales de León, era algo raro. Antes que la subida dejara de ser carretera, un lugareño nos comentó a gritos algo así como que la subida era muy dura, pero la realidad es que ni le hicimos caso.
  La subida dejó de ser asfaltada para pasar a ser un camino pero aun así se pudo subir muy bien. Lo cierto es que Fernan y Manolo no pararon de canturrear toda la subida como si fueran Adele. Luego encontramos una bajada sin demasiadas complicaciones excepto en una zona donde estaban reparando el camino y pasando por debajo una tubería para el agua. El camino estaba ocupado por maquinaria de obra y no podíamos pasar así que saltamos fuera del camino y pasamos por toda la arena acumulada.
  Tengo dudas si aquí llegamos a Lois, donde paramos a tomar algo caliente en un Hostal. No nos quedamos mucho aunque tuvimos tiempo de quedarnos flipando con los vídeos de la MTV.
  Luego otra subida mas dura, en la que se notan los km acumulados y quienes van mejor físicamente. En un tramo de bajada noto un ruido en la rueda trasera y cuando logro llegar donde estaban estos paro y les digo que algo pasa. Mis pastillas de freno trasero han petao y el alambre que las sujeta las ha atravesado. Me acuerdo del mecánico y saco las que he traído de repuesto. En ese momento me acuerdo de Sergio y Pepe, que son dos manitas en estas cosas y que en dos minutos siempre tienen las pastillas cambiadas. Esta vez me toca hacerlo a mi y tras unos momentos de confusión con Fernan y Manolo, logramos sacar las pastillas.
  Meter las nuevas es otra odisea, porque los pistones están como el grupo, muy salidos, y no hay dios que meta las pastillas y que dejen sitio al disco. Fernan que es manitas, con la ayuda de Manolo y Josean, va haciendo que los dichosos pistones se metan poco a poco y al final, aunque un poco frenada la rueda, conseguimos que funcione bien. Luego con el uso se fue poniendo mejor la rueda y dejo de estar frenada.
  Edorta y Jorge habían seguido el camino y Jorge, alertado por la espera bajo a ver que pasaba aunque poco podía hacer. En cuanto recogimos las cosas seguimos el camino y acabamos de subir lo que nos quedaba para ir poco a poco hasta Polvoredo. 
  En Polvoredo localizamos una fuente con el caño accesible y donde para poder beber no había que hacer equilibrios de ningún tipo y allí paramos un rato. Edorta comentaba que cuando volviera a Basauri, su siguiente compra iban a ser unas zapatillas para la bici porque la suela se le estaba despegando. Como buenos McGuiver que somos le aconsejamos pegar la suela con unas vueltas de cinta aislante y así lo hizo.
  Jorge, siendo ya una hora prudencial para comer, estaba con unas ganas locas de parar a comer así que paramos en un bar que tenía una terraza. Al entrar comentamos a la dueña a ver que tenia para picar y ante la escasez de productos, Jorge decidió que picaba una hamburguesa y el resto nos repartíamos unos sándwich de jamón y queso. Antes, para hacer boca, la dueña nos ha deleitado con unos bocaditos de ensaladilla rusa de los que Fernan no ha dejado ni las migajas. Como zampa el tío¡¡¡
  Tras un rato de relax y con el día francamente revuelto, nos vamos a la ultima subida, en la cual se alternan zonas duras con zonas mas tranquilas pero donde nos acompaña al principio algo de sirimir y luego una lluvia mas intensa. Durante un rato esta lloviendo fuerte y me paro a guardar la cámara de fotos y el móvil, que tengo miedo que se jodan. Por eso no hay mas fotos que las que hay puestas. En el momento que guardo la cámara luego me olvido de ella.
  Bueno, durante un rato llovía como si no hubiera un mañana. Yo me quede muy atrás del grupo y como de fuerzas iba algo justo me costó llegar al grupo mucho. Prácticamente cuando llegamos arriba pude darles alcance.
  Lo siguiente que recuerdo es que Fernan, Edorta y Manolo comenzaron la bajada mientras yo le encendía a Jorge la cámara para registrar la bajada. Josean y yo esperamos a que Jorge saliera escopetado y bajamos detrás. La bajada empezaba en un sendero entre arbustos para luego entrar en un bosque de hayas muy entretenida y técnica. Luego, no se muy bien porque, lo que era una senda por el bosque acabo siendo una torrentera donde era imposible bajar con la bici. Casi era imposible bajar sin ella como para bajar con la bici. Son de esas cosas que te replanteas en que coño estaban pensando los que diseñaron el recorrido. Ademas de peligroso por el agua caída, es una locura interminable lo que hay de bajada por la torrentera. Nos pusimos de barro hasta las cejas. Yo me llene las piernas de golpes y me di buenos sustos. Ademas de mi conocida torpeza, mis zapatillas cuando caminas por piedras, en mojado y con barro, es como ir con patines. Imaginar como fue la bajada, un sufrimiento hasta llegar al final de la torrentera. Si pillo al que hizo el diseño le corto los webs....
  Luego salimos a un camino donde pudimos dar rienda suelta a la velocidad e ir quitando un poco la mala leche acumulada en la bajada por la torrentera. Poco después nos juntamos todos puesto que Manolo y Edorta habían desaparecido en la bajada.
  El camino a Soto de Sajambre se hace desde carretera una vez que llegas a Oseja de Sajambre. La verdad es que en ese tramo de carretera, Edorta como siempre puso pies en polvorosa y el resto, aunque fuimos distanciados unos de otros, paramos en un mirador para ver las vistas. Mi cámara se quedo en la mochila, con lo que espero poder poner las fotos de Manolo, Jorge, Josean y Fernan para que podáis ver lo que allí había.
  Tras un rato subiendo como tontos por carretera, llegamos al Hostal donde nos hospedamos y donde nos deja una manguera para que limpiemos las bicis. La manguera vale de poco, porque las bicis van hasta las cartolas de porquería pero allí estamos dándole que te pego para ver si las podíamos dejar mas presentables para el ultimo día de la martxa. Mientras estábamos de limpieza, un lugareño con pinta de haberse fumado medio Picos de Europa bajo hasta donde estábamos con pinta de estar mas colocado que Potxolo en un after de Ibiza.
  Luego nos fuimos a las habitaciones donde esta vez Josean, Manolo y Edorta compartían nidito de amor y a Fernan y a mi nos dejaban con el tripedo de Jorge. Fernan, que se las sabe todas, se buscó la cama mas alejada de la ventana y a Jorge le dejamos junto a la ventana.
  La habitación nada mas entrar estaba que daba pena, porque con la cantidad de mierda que teníamos encima, lo raro hubiera sido otra cosa. Menos mal que después de ducharnos, con ayuda de las toallas limpiamos un poco y dejamos aquello un poco mas presentable y limpio donde poder pasar la noche.
  Manolo había comentado con el dueño para hacer la cena sobre las ocho y que necesitábamos pasta, así que nos dedicamos a pasar el rato de mientras llegaba la hora de cenar.
  En ese rato nos entretuvimos viendo a Manolo reparar un radio de la rueda trasera y escuchando a tres lugareños, entre ellos el flipado de antes, como hablaban de bicis. No les presté demasiada atención pero me da que estaban vacilando.
  Manolo es un crack y como tal lleva de todo en la mochila. Nos dejó a todos alucinados con lo bien que lleva todo preparado. En el camelback de Manolo va todo perfectamente encajado. No tiene un sitio sin aprovechar y ademas va con el peso justo para que no sea un incordio el camelback. Algún día tenemos que hacer un post dedicado a como hay que ir preparado a una martxa de este calibre. Mira que suelo ir con Sergio que es del estilo, pero Manolo esta aun mas preparado. Estos dos juntos en una martxa puede ser la bomba.
  Cuando acabamos de ver a Manolo como reparaba la rueda, nos fuimos a una casa situada junto al Hostal que hacia las labores de Bar. Como el día había estado como había estado y estábamos en Picos de Europa, el atardecer era fresco, así que nos fuimos al bar donde estábamos calentitos con una chimenea que daba un calor estupendo y ademas nos poníamos ciegos a Coca Colas, Cervezas y Acuarius. En la tele comenzaban a poner la final de la ACB y con ello nos entreteníamos.
  A las ocho dejamos todo y nos fuimos a cenar. Un buen plato de pasta de primero, del que todos creo que repetimos. Yo nunca repito plato pero esta vez repetí dos veces. Luego pollo asado con patatas fritas y de postre un poco de melón para mi. El resto no se que comieron de postre.
  Cuando acabamos de cenar fui a por el ordenador e hice el volcado de datos de la vídeo cámara para ver la bajada de Jorge antes de la torrentera. Estuvimos alucinando con lo loco que esta y el poco miedo que tiene a bajar. Pudimos ver un rato algo del fútbol y antes de subir a dormir nos fuimos a dar una vueltecita por el pueblo. Alucinante el edificio que tienen de escuelas en ese pueblo.
  Cuando nos pego el punto nos marchamos a dormir. Jorge y yo nos quedamos de charla un rato antes de dormir aunque llegados a un punto a mi se me cerraban los ojos. Fernan roncaba como solo el sabe hacerlo, así que al final decidimos roncar nosotros también.
  Como siempre os dejo el perfil, fotos y la ruta GPS.

  Perfil

  Fotos

























  Ruta GPS

  Saludos

2 comentarios:

  1. Mallo, estaría muy bien ese post sobre como preparar una martxa de este tipo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi problema es coincidir con Manolo para ello. La idea no se me ocurrió allí, sino lo grabo en ese momento y lo publico tal cual.

      Eliminar