Aprovechando estos dos días de fiesta y puesto que mis planes mañaneros no han sido los que yo hubiera querido, me he escapado sobre las diez y media al Vivero a darme una vuelta. Mi idea era hacer poco pero trabajando el tema de la técnica, puesto que el domingo es la Martxa del Txorierri y el año pasado me quede con ganas de hacer algo decente allí. El primer tramo apreté más de la cuenta y cuando llegue al Vivero estaba fundido.
Este año voy algo mejor de fondo físico, aunque me he descuidado todo el verano y ahora lo estoy pagando. Tengo que volver a la senda del bien y dejarme de coca colas, pintxos y demás, porque eso me mata.