lunes, 28 de marzo de 2011

El decálogo de la primavera

Por Chema Arguedas

  Además de los esforzados ciclistas que no dejan el entrenamiento durante ningún mes del año y que, contra viento y marea, pedalean bajo cualquier condición meteorológica, existe un gran número de usuarios que disfrutan de la faceta recreativa de la bicicleta, utilizando como premisa para rodar que haga buen tiempo: para ellos también disponemos de los mejores consejos:

  1. Cuidado con las compañías: Dime con quién vas y te diré cómo eres. Así reza el dicho, y que nosotros vamos a cambiar por "dime con quién vas y te diré cómo acabarás". No pretendas rodar con gente que no ha dejado de salir y que lleva pedaleando todo el invierno. Es un sobreesfuerzo que hará que no asimiles las primeras salidas y no dispondrás de margen de mejora.
  2. El triple plato no es decorativo: El cambio está para utilizarse. Algunos emplean siempre el mismo plato y corona trasera. Debes ir jugando con platos y coronas, para llevar siempre una cadencia elevada. Eso no quiere decir que vayas dando botes encima del sillín.
  3. Selecciona tus recorridos: Debes buscar terrenos lo más llanos posibles para que las pulsaciones no suban demasiado; con los kilómetros acumulados ya cambiarás de escenario hacia rutas con más montaña.
  4. Evita los atracones: No nos referimos a grandes comidas o cenas, sino al número de kilómetros u horas que realices en un primer momento. Ve programando tus salidas de menos a más, empezando con rutas no superiores a noventa minutos, si llevas todo el invierno parado. Luego descansarás mal por la noche si te has excedido.
  5. Olvida las velocidades medias: No te hacen falta malas compañías, si te cebas con el cuentakilómetros. Hará que te emociones (aunque no te caiga una lágrima), y que quieras ir más rápido para ir más rápido. Lo que te tiene que preocupar, es otra media: la de las pulsaciones.
  6. Vísteme despacio, que tengo prisa: Es lo mejor que puedes hacer. Si quieres progresar en esto de la bici, comienza con bajas pulsaciones y poco a poco. Si no dispones de un pulsómetro, debes llevar un ritmo que te permita mantener una conversación, sin tener que coger aire en ningún momento, para seguir la conversación. En este último caso, levanta un poco el pie si te descubres jadeando.
  7. Preparados, listos, ¡Ya!: Si dispones de poco tiempo, aprovéchalo. Esto no significa que tengas que hacer el máximo número de kilómetros en ese tiempo. Una hora es una hora. Una hora, no tiene más valor por haber hecho 30 kilómetros en lugar de 25. Por lo menos en los inicios.
  8. Cuida tu alimentación: Si además de disfrutar de tu deporte favorito, lo que quieres es perder peso, el secreto está en combinar una dieta equilibrada y ejercicio. Eso no significa que dejes de comer y hagas mucho ejercicio. Lleva siempre contigo, fruta o alguna barrita por si sufres un bajón en plena ruta. Si eres de los que acostumbras desayunar poco o nada (mala costumbre), no salgas con los bolsillos vacíos.
  9. Escucha a tu cuerpo: Sí has leído bien. Nuestro cuerpo habla. Cuando estás más cansado de lo normal, como consecuencia de tu vida socio-laboral y familiar, si sales con la bicicleta, que sea a rodar más suave de lo que podías tener previsto. Si el cansancio es como consecuencia de una salida o salidas anteriores, quizás sería más aconsejable que te quedases en casa.
  10. Estiramientos: Al acabar la ruta, debes hacer una sesión de estiramientos. Una vez duchado y relajado, debes estirar ya que recuperas antes y deshaces posibles contracturas que se hayan podido producir. Ojo, que las lesiones musculares no avisan y muchas se evitarían con este consejo. En nuestra sección de salud, encontrarás un artículo con una completa sesión de estiramientos.


Saludos

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