jueves, 6 de octubre de 2011

Nocturna en Mandoia


  Después de varias salidas nocturnas por el Pagasarri, esta vez le ha tocado el turno al Mandoia. Sergio se ha animado a venir, y aunque ha habido ausencias notables al final nos hemos juntado ocho frikis de la bici.
  A las ocho y media estábamos Sergio y yo subiendo para la plaza y al llegar ya estaba Jorge el Galdakleta con Alex, Javi el de Giant y Josean. Luego ha llegado Fernán.
  Con Jorge habíamos quedado en Arrigorriaga y para allí nos hemos ido. No acabábamos de salir y ya han empezado las hostilidades con un Sergio demasiado feliz y contento que salía todo ciclado.
  El resto nos íbamos estirando y al bajar la cuesta de la paja en Arrigorriaga, varios siguieron a Sergio saltándose el túnel donde habíamos quedado con Jorge. Después de unos gritos y que Josean y Fernán les trajeran de vuelta, esperamos un rato hasta que ha llegado.

  Luego nos fuimos dirección las canteras de Zaratamo donde Sergio con el Galdakakleta ha salido escopetado. La noche era más o menos clara, porque la luna estaba curiosa y ha salido a ver qué tal nos iba. Eso si, por allí los focos de Josean y Fernán eran los más cañeros, el de Sergio tampoco era cosa de broma y el del Galdakaleta era no más que un mechero.
  Poco a poco empezamos a salirnos de la carretera para ir tomando la subida para Upo y allí los Jorges, con Alex y Sergio salen escopetados. Javi, Fernán, Josean y yo queremos charlar con Jason más tranquilos y nos lo tomamos con calma. Las rampas que nos vamos encontrando no son para muchas prisas.
  Giramos para el camino de la valla de explosivos y Alex nos espera. De los otros tres ni se les ve. La cosa transcurre entre risas hasta llegar a la torreta de alta tensión donde esperaban los más rápidos y cobardes del lugar.
  Luego seguimos para adelante haciendo amago en la entrada de la cerilla, pero sin llegar a entrar seguimos hasta llegar al camino de subida de la presa Lekubaso. Allí el Galdakleta lo paso un poco mal porque se dio cuenta que es importante llevar luz. Solo Edorta es capaz de seguir por el monte llevando un mechero..
  En la subida siguieron los ataques hasta llegar a la vaquería y de allí tiramos para el Mandoia. Al llegar a la caseta de los cazadores le dije a Sergio que nos metiéramos por allí, como en anteriores veces y subimos por allí. El paso esta perfecto y el único problema son los grandes charcos que hay antes de llegar al camino. El paso sigue muy bien con lo que no hubo problemas allí. Seguimos un rato por el camino principal pero luego volvimos a subir por el lateral de la montaña, por el cresterio por dónde va la Joserra.
  Bajamos la cuesta del cruce de la pata de gallina todos muy bien excepto el Galdakleta, que el pobre no veía una castaña.
  Luego seguimos para el cruce del monolito pero al final decidimos subir para el buzón. La subida como siempre con prisas por parte de los más rápidos y el resto algo mas pausados, con ganas de hacer ganas de cenar pero sin dejarnos el pulmón en la subida.
  Las rampas de subida estaban en muy mal estado, con la piedra muy suelta y casi todos pusimos el pie en tierra para subir. En la segunda quise subir por dentro y la verdad es que no me salió muy bien, y prácticamente subí toda la cuesta empujando.
  En el buzón cena a base de chorizo, jamón y demás, donde nos pusimos morados. Aprovechamos para estar de charleta y haciendo mil y una pruebas con luces, baterías y demás. Sergio, que le ha dado un poco de pena el Galdakleta, le ha dejado la linterna pequeña para que la lleve, mientras el baja con el foco.
  En la bajada nos dividimos. Sergio, Jorge y yo bajamos por el barranco y el resto por el camino normal. Lo cierto es que se baja bien por el barranco. No hay prácticamente ningún problema para bajar por allí. La idea es ir hasta el monolito y para allí vamos.
  Al llegar al monolito, la noche esta perfecta y queda increíble ver al resto de los bikers llegar con las luces puestas. Parece Encuentros en la tercera fase…
  Luego bajada a toda leche para la vaquería, donde Josean tiene algún percance por el foco nuevo y se queda prácticamente a ciegas. Menos mal que lo controla y puede volver a poner a funcionar el sistema.
  Luego, aunque hay varias opciones para la bajada, decidimos ir por donde se va mas rápido por la hora que es y bajamos por las cuestas de cemento, las cuales son más peligrosas que cualquier trialera que hagamos. Una castaña bajar por allí pero bueno, bajamos para Arrigorriaga y dejamos a Jorge allí y el resto continuamos para Basauri.
  En Basauri cada mochuelo a su olivo y para casa que al día siguiente hay que trabajar algunos, otros están de fiesta…

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Saludos

3 comentarios:

  1. la mejor salida nocturna que he hecho. esta claro que el mandoia es otra experiencia!
    para la proxima hay que legir todavia algo mas salvaje, tipo amboto...

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  2. No tengo puntos travel suficientes para una de esas.

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  3. Josean, ni el tampoco los tiene.... jajaja

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