Nieblas en la noche

  La salida de ayer fue pronto, sobre las siete y media para ser más exactos. Quede con Sergio en las rotondas de la Ikastola pero como estamos en fiestas y aquello estaba petado, le comente que intentara aparcar donde el Eroski, a la entrada de la General de Galdakao.

  Sergio se había retrasado un poco por la caravana de coches saliendo de Bilbao y entre una cosa y otra no salimos hasta menos cuarto aproximadamente. No teníamos pensado nada, pero ante las ausencias de todo el mundo decidimos hacer un Mandoia Pagasarri. Algo no demasiado complicado y con intención de rodar un poco.

  Fuimos para Galdakao por el camino viejo y luego la salida a la General fue por detrás del cuartel de la Guardia Civil. Cuando salimos a la general nos dimos cuenta que no llevábamos apenas nada para ir comiendo y decidimos parar en el BM que hay antes de llegar donde los Bomberos.

  Cuando salimos del BM ya era prácticamente noche cerrada y poco a poco fuimos hacia Usansolo. En Usansolo hablamos para ver por donde subíamos y al final decidimos hacerlo por la presa. Subir por el otro lado implicaba igual pillar demasiado barro antes de empezar y nos ha dado pereza a los dos.

  La subida hasta la vaquería fue amena, hablando un poco de todo y escuchando la noche, que en el Mandoia siempre es más intensa. No es lo mismo salir en grupo que dos solos. La noche se escucha mucho mas cuanta menos gente va.

  En la vaquería decidimos ir para Miravalles porque vemos que la cima del Mandoia está muy cerrada con la niebla. La noche era clara por la gran luna llena que hay pero tanta niebla no le hace gracia a Sergio y decidimos ir a Miravalles por el camino de siempre.

  Al hacer las bajaditas que hay para la caseta de los cazadores, vemos donde la caseta unas luces de un vehículo encendidas y decidimos encender todas las luces nuestras, pero cuando llegamos no se escucha nada ni se ve luz ninguna.

  La cosa no nos hace demasiada gracia, con lo que hacemos el giro para Miravalles sin mirar apenas y nos metemos de lleno en el lodazal que se ha convertido el camino. Durante prácticamente todo el camino hasta pillar la salida a las primeras casas, el camino tiene un barrizal tremendo e incluso en algún tramo tengo que poner pie en barro porque no se por donde pasar.

  De las luces y el vehículo no volvemos a saber y poco a poco bajamos para Miravalles. Hacemos alguna foto donde el monumento a Laura Orue y seguimos para abajo.

  La noche está muy clara y la verdad que con buena temperatura. La media según pulsómetro es de unos 15 grados, que no está nada mal para ser Octubre.

  De Miravalles vamos a Bentakorreka por el rio. La carretera es mejor evitarla lo más posible porque además esa carretera tiene tráfico y el rio es un paso totalmente seguro.

  El tramito de la salida del rio a la entrada a Bentakorreka lo hacemos rápido y nos disponemos a afrontar la subida al Pagasarri poco a poco.

  Cuando llegamos a donde empieza la subida hacemos la parada de rigor, aunque estamos poco tiempo porque parece que hay gente en la zona. A mí me ha parecido ver a jason merodear y Sergio se acojona un poco.

  No nos apetece demasiado darnos una gran paliza subiendo, con lo que decidimos subir por la campa del txus. La subida la hacemos tranquilos, también porque el camino esta húmedo y hay barrillo que hace que las ruedas se peguen cosa mala.

  Poco a poco vamos subiendo y la niebla va haciendo acto de presencia. La linterna de la cabeza hay que apagarla en algunas zonas porque la niebla es tan intensa que rebota la luz en ella y no se ve nada.

  La niebla entra y sale y hay zonas donde se cierra más y en otras que no hay absolutamente nada. Prácticamente llegamos así hasta la campa del txus, donde la niebla es tan espesa que apenas sabemos dónde coña esta la puerta para seguir por el camino de la subida de Bilbao.

  Tras pasar la puerta hacemos ese tramo de bajada despacio y a duras penas llegamos donde el camino se divide para subir. Sergio me comenta con buen criterio que igual hay que replantearse subir y la verdad es que yo tampoco lo veo bien. La subida se puede hacer, como antes la del Mandoia, pero bajar con niebla es un infierno de cojones y jugártela por hacer km no compensa.

  En el cruce la niebla era muy espesa, casi se podía cortar con cuchillo y todo y le comento a Sergio que la luz mejor va a ser la corta tanto en las linternas como con el foco suyo. Las linternas de la cabeza apagadas y casi bajamos a tientas a encontrar el camino para Arrigorriaga. No nos apetecía mucha aventura porque no se ve una castaña y era mejor no arriesgarse para nada.

  Con paciencia llegamos a la bajada de Arrigorriaga y para donde la ultima puerta para pasar. Allí la niebla era menos espesa pero aun había mucha. Además, a diferencia de la subida, la niebla era más meona y nos mojaba, con lo que el frio estaba haciendo acto de presencia.

  Poco a poco fuimos saliendo a zonas más despejadas pero prácticamente, hasta que no llegamos cerca de Arrigorriaga, la niebla era lo suficientemente espesa para no poder poner luz fuerte y bajar más cómodos.

  Allí vi que el pulsómetro me hacia cosas raras porque marcaba menos km de los que yo creía que llevaríamos y aunque no le dije nada a Sergio, le estaba viendo hacer cosas raras.

  Al llegar a las zonas de las catenarias del tren, se apagaba y encendía, cuando lo normal es que los Km/h se disparen y las pulsaciones también. No le volví a prestar atención hasta llegar a casa.

  Desde Arrigorriaga fuimos a San Miguel y luego, tras cerciorarnos que no se podía dar un agua a las bicis en la gasolinera, volvimos por el Bidegorri a Basauri.

  El paso por debajo del puente donde está el Social fue un poco de circo, con todo dios mirando a este par de frikis en Bici mientras la gente estaba con sus litros esperando que empezara el concierto o simplemente sentados allí pasando el rato. Hasta llegar a casa pasamos por delante de un montón de gente, muchos chavales, que nos miraban como si estuviéramos locos. “Ya os haréis mayores¡¡” pensaba yo para mí ,“y lo de salir de farra os gustara menos”.

  Llegar a la esquina de mi casa y Sergio a por el coche y yo a casa a descubrir que el pulsómetro se ha quedado bloqueado y que no hay perfil de la salida. Aproximadamente fueron 40 km, porque no llegamos a hacer cumbre ni en el Mandoia ni el Pagasarri. Salimos a las 19:45 aproximadamente y llegamos sobre las 23:45 más o menos. Nos quedamos a medias de la salida pero hay más días para intentarlo o eso espero.

  A las ausencias pues nada, que no os perdisteis gran cosa y que hoy a la mañana he ido a limpiar la bici que estaba que daba pena. Por cierto, parece que la horquilla esta perfecta y que el ruido ha desaparecido del todo. Que siempre es bueno decirlo.

Fotos

Saludos