martes, 15 de marzo de 2011

El sobreentrenamiento

Por Chema Arguedas

  Muchas veces las ganas de mejorar producen el efecto contrario: "parece que estoy flojo, me faltan más kilómetros o más series".
  También es verdad que depende mucho del carácter del individuo. Si por cualquier causa, no tienes el día, y sufres más de lo que sueles hacerlo, no es cuestión de que te comas la cabeza, ya que un mal día lo tiene cualquiera. Incluso el mejor de los entrenados. El organismo es muy complejo y caprichoso. Del mismo modo, que si te sale un día estratosférico, no te sueles volver loco buscando una explicación.
  Lo que tiene que empezar a mosquearte y preocuparte, es si te empiezan a salir con más frecuencia de lo normal. A estas alturas en las que nos encontramos, es muy posible que estés empezando a estar un poco saturado de tanta bicicleta.


  No olvidemos, que somos cicloturistas y que debemos añadir a la carga del entrenamiento, otras cargas que condicionan en gran medida la recuperación de los esfuerzos. Y en muchos casos no se arregla con vitaminas. Cuidado, que es mucho más complejo.
  El causante o el responsable de los síntomas, que nos van a avisar de un posible sobreentrenamiento, es el sistema vegetativo. Vamos a explicarte algo, que seguro que te resultará curioso e incluso podrás deducir "a qué equipo perteneces". En primer lugar, vamos a ver qué es el sistema vegetativo, intentando simplificarlo y explicártelo de forma que no se te olvide.
  Cada uno de nosotros tiene un tono vegetativo, el cual está marcado por un equilibrio entre el sistema simpático y el sistema parasimpático.
  • El simpático es así, simpático. El que siempre tiene ganas de fiesta, el alegre, el jovial, el que se encarga de poner los mecanismos en marcha y activar el sistema hormonal, para que tu corazón se acelere y suba de pulsaciones.
  • El parasimpático. La otra cara de la moneda. El "para", que antecede a simpático, es el que le diría: ¡Para! Simpático, ¡estate quieto! simpático, ¡stop! Simpático, no tengas tantas ganas de fiesta. Éste impediría que el comportamiento hormonal sea distinto y no ponga en marcha los mecanismos para que el corazón se acelere, entre otros muchos aspectos.

   Vamos a ponerte un ejemplo, muy claro:
   Cuando has hecho una salida intensiva de domingo, una cicloturista, una carrera y no tanto un entrenamiento intensivo, al día siguiente habrás observado que el pulso lo tienes "por los suelos", una vez que te subes a la bicicleta.
  Una primera interpretación, errónea, suele ser: ¡Qué bien he recuperado! Fíjate, ya tengo el pulso bajo, síntoma de que he recuperado.
  Pues no, nada más lejos de la realidad. Si te das cuenta, lo llevas muy bajo y además te cuesta subirlo a pesar de esforzarte.
  Otro ejemplo fuera de la práctica deportiva, sería cuando estas nervioso. ¿A qué ya sabes qué sistema actúa? Correcto, el simpático.
  Y cuando acabas de comer, y te entra la soñera, ¿Quién actúa? Exacto, el parasimpático.
  Ahora dirás que porqué te hemos metido este ladrillo. Pues tiene su explicación, que enseguida vas a entender y tiene su influencia a la hora de dar los síntomas una situación de sobreentrenamiento.
  El sobreentrenamiento puede dar unas señales completamente distintas, en función de tu "forma de ser". Hay personas que no tienen un equilibrio vegetativo y tienen una predominación simpático o parasimpático.
  Por ejemplo, lo que tienen predominancia simpático, tienden a sudar más y a tener palpitaciones. Los parasimpáticos, tienden a estar más calmados.
  En relación al sobreentrenamiento, cuando ya estás en caída libre, los síntomas fisiológicos también varían en función de tu predominio simpático y parasimpático.
   Los que tienen un sobreentrenamiento y un predominio del simpático:
  • Pulsaciones en reposo más altas.
  • Mayor tensión arterial.
  • Pérdida de apetito.
  • Consumen más calorías basales, lo que se traduce en mayor pérdida de peso.
  • Irritabilidad, inestabilidad emocional.
  • No descansan bien, no duermen bien.

 Los que tienen un sobreentrenamiento y un predominio parasimpático:
  • Se cansan enseguida.
  • Pulsaciones en reposo más bajas.
  • Rápida recuperación de pulso al terminar de entrenar.
  • Menor tensión arterial en reposo.
  • Menor rendimiento.

   El que tengas algún síntoma de los que aquí hemos descrito, no quiere decir que te encuentres sobreentrenado. Pero si tienes indicios y además puedes suponer que te has pasado en tus entrenamientos, sólo tienes que hacerle una visita a tu médico y pedirle una analítica completa.
  Los niveles de testosterona disminuyen, a la vez que aumentan los niveles de cortisol. Esta última es la hormona encargada de destruir las proteínas. Un deportista sobreentrenado con frecuencia, puede tener elevados los niveles de urea en sangre, producida por la descomposición de las proteínas. Una posible anemia, el valor que indica la velocidad de sedimentación, la enzima hepática GOT y la enzima muscular CPK (indica un excesivo daño muscular).
  Pero uno de los más frecuentes es el efecto negativo que tiene sobre el sistema inmunológico. Estarás mucho más receptivo a cualquier tipo de infección.

¿Cómo solucionamos esto?
  La respuesta es clara: descanso. En función de cuál sea la gravedad de los síntomas y el tiempo que hayas tardado en interpretarlos, el descanso deberá ser total y de reposo absoluto o quizás una combinación de descanso activo con descanso total.
  Habría que estudiar cada caso, las causas, que pueden ser ajenas al entrenamiento, y en el momento de la temporada en que te encontrases. Pero lo mejor de todo, no llegar a estos extremos. Solución: llevar un entrenamiento ordenado

  Saludos

6 comentarios:

  1. Si el cuerpo es sabio… Cuando estás cansado te pide parar y cuando estás en la cama te dice quédate. También con unos tragos de mas te dice “eso del soplao me lo paso yo por …, mañana me apunto” y te engaña.
    Ese entrenamiento que estáis haciendo no es ni la mitad de duro que el que hago yo. Yo cojo forma, paro y engordo y después vuelvo a empezar, eso sí que agota.
    Esta semana comienzo de nuevo.

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  2. juas juas juas Javi, muy bueno.
    Eso he estado haciendo yo durante años y al final te pones como la moñoño :-)

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  3. Un poco mas en serio, el articulo esta muy bien pero todos esos datos y metricas que complicadas me parecen. Solo estoy acostumbrado a ver lo que peso, mirarme si tengo mas o menos tripa, las pulsaciones que he llevado en el recorrido, el desnivel acumulado, la distacia , tipo de terreno y climatologia.
    Algo similar similar con los datos que un aficionado puede medir estaria bien.
    Hay unos cacharros que se llaman sensores de potencia.Creo que esto mediria facilmente si pedaleo mas fuerte o no. Mi garmin lo admite, pero el aparato en cuestion creo que cuesta una talegada.

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  4. No es algo complicado, es simplemente que el cuerpo si lo sobrecargas de entrenamiento el simplemente se defiende y hay que aprender que el descanso es entrenamiento también. Actualmente mucha gente ya no entrena con pulsaciones sino que entrena con watios y eso se hace con potenciometros. A día de hoy no he encontrado mucha información sobre el tema o por lo menos algo que me de confianza para ponerlo en el blog. Si veo algo que me parezca interesante ya pondré.

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  5. Dale un vistazo a ésto Mallo, a ver que te parece

    http://senkirol.wordpress.com/2011/01/09/entrenamiento-a-la-carta-con-potenciometro-primera-sesion/

    Saludos

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  6. Le doy un ojo. Parece interesante. Gracias por el aporte.

    Saludos

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