Primero para Artanda y luego al Monolito de Joserra

  Después de estar ayer dando vueltas al circuito de descenso de Legutiano, hoy tocaba visita por terrenos más conocidos.

  A las nueve hemos salido de Basauri dirección a Usansolo. Teníamos ciertas esperanzas de encontrarnos con el dueño del chiringuito pero parece ser que hoy no ha estado por la zona. Hemos subido por la presa Lekubaso sin tener demasiado claro que queríamos hacer, eso sí, el calor era ya muy pegajoso para la hora de la mañana que estábamos.

  La verdad es que hemos salido a ritmo tranquilo y la subida a la vaquería ha sido de lo más relajada. Poco antes de llegar nos hemos encontrado con Julián, el cual se ha animado a venir para Artanda. En vez de subir la rampa de la vaquería, nos hemos ido por la caseta de los cazadores y hemos subido por detrás de la vaquería directamente. Luego han ido llegando los rampones del camino para Artanda. El penúltimo, que es duro y técnico, Sergio ha puesto pie pero Julián ha seguido un poco mas intentando subirlo y ha pagado el esfuerzo con un mareo tremendo. Estaba tan mareado que me ha dicho que siguiera subiendo y que lo esperáramos, que si veía que se encontraba mal se bajaba. Espero que no fuera nada más que el susto, porque no le hemos vuelto a ver en toda la mañana. Ha tenido que irse a casa. El calor era fuerte y la sensación a aplatanamiento general era terrible.

  Hemos subido Sergio y yo para el buzón de Artanda y Sergio se ha quedado sin llegar al buzón en la sombra del árbol que está casi llegando al buzón. Yo cuando he llegado me he parado también allí, aunque luego he querido llegar al buzón. Ha sido empujando, pero allí he estado, no como otros….. jajaja

  Bajadita luego hasta la vaquería y subida por donde la caseta de los cazadores. Todo a unos ritmos acordes al pedazo calor que hacía. Cuando hemos llegado a la zona de charcos, un quad estaba totalmente enfangado con el dueño y otro que estaba con una moto, intentándolo sacar de allí. Algún día harán esos charcos que podamos meternos y salir en Australia. En fin, que hemos pasado como hemos podido por donde la moto y allí se han quedado.

  Al llegar al cruce donde se pilla el desvío para seguir subiendo por el cresterio, le he preguntado a Sergio si quería subir por allí o seguíamos por el camino principal. Me ha comentado que mejor por el camino principal, porque el calor nos estaba fundiendo los plomos y no era plan de sufrir más de la cuenta. La verdad es que prefería subir por el camino principal yo también, pero por si acaso.

  Antes de llegar al cruce de la pata de gallina nos hemos encontrado con el bueno de Tomas, el Mendikleta. Nos ha comentado que había ido primero al Vivero y que luego había subido por Zekutze, pero que estaba achicharrado de calor y que se bajaba ya para casa.

  Al llegar al cruce le he comentado a este que o Monolito o Buzón. Evidentemente hemos ido al Monolito de Joserra y la subida está un poco más lisa que antes, pero se puede subir perfectamente. Ume me comentaba que se la habían cargado al pasar con los camiones. Si que ahora esta mas lisa en algunos tramos y cuando llueva habrá algo más de barro, pero en dos tormentas se queda como estaba.

  Cuando hemos llegado al Monolito, estaban uno hombre y una mujer con un rebaño de ovejas y estaban cogiendo una a una y yo creo que les estaban poniendo alguna vacuna o poniéndolas algo.

  En vez de quedarnos allí cogiendo pulgas y achicharrándonos al sol, hemos bajado a la altura de la bajada de Ume donde la fuente. Sergio solo le ha faltado meterse dentro a refrescarse. Hemos estado un rato allí descansando. Luego hemos vuelto a subir al Monolito, y allí seguían con las ovejas. La idea era ir a bajar la cerilla que hace tiempo que no bajábamos por allí. Sin grandes alardes. Ir desde el merendero de Upo hasta la entrada de la cerilla y para abajo a la presa.

  Bajando desde el Monolito, en algunos tramos el aire era fuego. Una pasada. Sergio bajaba con las orejas que le quemaban del aire caliente que llegaba. Al meternos en la Cerilla, hemos notado que el aire no era tan caliente y de repente el tiempo ha empezado a cambiar. La bajada por la cerilla ha sido tranquila pero he notado que estaba más rota que de costumbre en los tramos finales, aunque sigue siendo divertida de bajar para los que no somos técnicamente buenos bajadores.

  En la presa seguía el aire y poco a poco nos hemos ido para Usansolo. Antes de llegar al pueblo, nos hemos puesto a hacer un sprint antes de llegar al puente y no sé cómo, el aire de mi rueda trasera se ha evaporado.

  He ido como he podido a la panadería y mientras compraba algo de beber, Sergio ha inflado la rueda. Mientras llegábamos a la panadería y mientras estábamos allí, ha estado lloviendo algo, nada importante, pero algo ha llovido. No hemos tardado mucho en irnos por si caía una tormenta.

  Luego hemos ido a la gasolinera a darle un agua a la bici y a casa.

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