Segunda y calurosa etapa

  No recuerdo a qué hora hicimos el desayuno el segundo día, pero lo que sí recuerdo es que pase calor por la noche y era algo que no me esperaba ni mucho menos estando en plenos Pirineos.

  Manolo y Tomas pasaron una noche movida entre un argentino y su amiga porque al salir de farra por la noche parece que pasaron demasiado tiempo haciendo guarreridas en el coche justo debajo de la ventana de la habitación de estos. Luego parece que los pájaros también querían boicotearles el sueño e hicieron una manifestación de indignados en su ventana. Vamos, que les había tocado la china con la habitación.

  Si que recuerdo que el desayuno fue majete y aunque salíamos nada mas desayunar, no hubo demasiados miramientos y prácticamente nos zampamos todo lo que nos pusieron para desayunar.

2ª Ruta. Gotarta – Espui

  Después de desayunar y prepararnos, salimos a realizar la segunda ruta. Esta empezaba bajando por parte de la bajada que habíamos realizado la tarde de ayer. Luego la cosa se complicaba con una subida fuerte.

  Antes de salir llenamos los camelback en la fuente donde hicimos la foto de rigor. Los ánimos eran buenos aunque ya a primera hora se derretían las piedras del calor que hacía. El día se preveía duro.

  Al comenzar bajando, lo cierto es que estas como más fresco que empezar subiendo. Eso sí, la alegría dura poco en la casa del pobre y pronto empieza la subida. Eso sí, hay una parada obligatoria en L´Abadia. La única casa que hay en este pueblo llamado Castellars.

  Sellamos rápido porque aun es muy pronto para parar y tomar nada pero la verdad es que el lugar es muy bonito para haber parado a hacer noche.

  Salimos rápido y seguimos subiendo por lo que recuerdo como la subida más mala de toda la Pedals de Foc. Caminos empedrados en los que no solo hay que pedalear para subir sino además buscar la mejor trazada. En alguna parte del tramo hacemos una pequeña parada en un riachuelo que baja donde Tomas sigue con su afición de nadar montado en bici. El calor apretaba y la zona era fresca.

  La subida nos lleva a un alto, creo que se llamaba el Coll de Sas, donde hay un montón de caballos. Sacamos fotos y preparo a Jorge para la bajada con la cámara de video. La ponemos en el casco y parece que le hace ilusión porque baja con los resortes activados haciendo saltos que no se ven en la grabación. Una pena, la cámara tenía que habérsela puesto a Tomas para que grabara a Jorge bajando.

  La bajada no es nada técnica y si muy rápida con lo que bajamos rápidamente hasta llegar a una carretera. Allí tenemos un momento de duda con los GPS. Tenemos que ayudarnos de las indicaciones del libro de ruta de la Pedals porque en el GPS de Manolo sale diferente del GPS de Peio. Jorge creo que tiene lo mismo que Peio pero aun así revisamos varias veces el recorrido al llegar a Mola D´amunt para ir a Les Esglésies a sellar otra vez el libro de ruta y hacer una pequeña parada.

  Después de ese rato de dudas llegamos a Casa Batlle, donde coincidimos con todos los que estamos haciendo la ruta. A Manolo no le hace demasiada gracia que nos quedemos pero Jorge y Tomas están con ganas de tomar unas picas y al final sacamos un poco de todo para comer y beber. Un pequeño error hacer una parada tan grande que luego pagaremos.

  Salimos de Casa Batlle y empezamos otra subida durilla. Recuerdo que el calor era tremendo y que Manolo y Jorge subían como motos. Tomas subía también como un tiro pero en un momento dado bajo a buscar a Peio porque este estaba pagando el esfuerzo de la subida combinado con la parada en Casa Batlle. Yo no sé que hice con el agua que a media subida ya no me quedaba nada, así que cuando note que necesitaba agua les esperé en una sombra de las pocas que había en toda la subida.  A Manolo y Jorge no les vimos hasta que llegamos al Coll D´Olli donde estaban el resto de los bikers que estaban haciendo la ruta. Tras un pequeño momento de parada para coger aire seguimos pensando en la bajada pero personalmente llegamos a otro de mis peores momentos en la Pedals. La bajada que había era por una zona donde parece ser que ni Manolo ni yo hemos pensado en sacar fotos pero aquello era una locura de piedras afiladas y sueltas donde caerse no era una opción. Ni que decir que mucho de ese tramo lo hice haciendo empujabike y sufriendo por el calor agobiante que habia.

  El mejor momento de la bajada fue al llegar a un riachuelo donde cae en pequeña cascada y que está entre arboles. Ni que decir que me puse morado a beber agua fresca y descansar un poco del esfuerzo de la bajada y el agobiante calor que hacía. En ese momento estábamos a 40 grados fácilmente.

  Luego llegamos a l´ermita del Coll que, tras una pequeña bajada semi-técnica nos lleva a una pista de cemento y luego a la carretera. Ni que decir que bajamos un poco por carretera y cuando ya creía que teníamos el día salvado porque todo es bajada, resulta que para llegar al Hotel Montseny en Espui, hay que seguir subiendo por carretera. Jorge, Manolo y Tomas salen delante mientras yo intento seguirles hasta que me doy cuenta que Peio lo estaba pasando mal, con lo que decido ir más tranquilo y esperarle para que no se le haga más duro por ir solo.

  Peio va a su ritmo y hace una pequeña parada para reponer fuerzas a base de orejones y un poco de agua. Poco a poco vamos llegando a lo que parece ser Espui pero vemos que bajan Tomas, Jorge y Manolo y nos dicen que es más adelante. El calor es insoportable cuando llegamos al Hotel Montseny.

  Lo primero que hacemos es ir al bar a beber algo y comprobamos que la gente funciona allí también a otra velocidad. Un dato es que pedimos dos latas de acuarius y una de coca cola y la chica que está en la barra saca las dos latas de acuarius con una parsimonia tremenda y en vez de alcanzárnoslas, nos dice que se va a por la lata de coca cola que la tiene en el almacén. Casi al segundo saltamos Manolo y yo que nos de las latas y que luego fuese donde le diera la gana, pero que por dios nos diera las latas.

  Ni que decir que luego tanto Peio como Tomas pedían y cada vez que pedíamos iban al almacén a por un par de latas. Algo increíble pero cierto.

  Como llegamos sobre las tres de la tarde, el dueño del Hotel nos comenta que en cinco minutos se cierra el comedor y que si queremos comer podemos pasar YA. Le decimos que podemos pedir bocadillos y nos dice que han de ser fríos. Manolo le comenta si puede ser bocata de lomo y el caballero rotundamente le dice que NO. Heavy de cojones el tío.

  Nos decidimos y pasamos a comer y para nuestra sorpresa no hay ni menú ni nada. Es comida si o si, como cuando comes en casa y la comida la hace tu madre y es lo que hay. De primero una ensalada de lechuga, cebolla, tomate y no recuerdo que tuviera nada más. Luego una ensalada de pasta. Un bandejon grande pero que para servir nos dieron una cucharada sopera y que costaba dios y ayuda rellenar el plato. Luego no recuerdo, pero algo de carne y postre.

  No fue nada caro porque según las cuentas fue algo así como 10 o 11 euros por cabeza.

 Después de comer y los cafés y reposar un poco decidimos subir a las habitaciones, las cuales eran sencillamente espectaculares. Ah, en este Hotel tampoco hay habitaciones tripes, con lo que nos dieron tres habitaciones. Esta vez le toco a Jorge dormir solo.

  Las habitaciones tenían duchas con hidromasaje y se veía que el Hotel estaba muy nuevo. Manolo y yo cogimos la primera, luego Peio con Tomas y por ultimo Jorge. Ducha para relajar el cuerpo y descanso.

  Manolo y Jorge habían estado hablando de subir a la tarde al Lago Estany Gento, al cual hay unos 1000 mtrs de acumulado y al comentarlo con el dueño del Hotel les quita las ganas, sobre todo a Manolo porque les dice que es muy dura la subida. Les comenta otra ruta alternativa por el otro lado del valle y Jorge, en un ataque de locura se va el solo a hacerla.

  El resto nos quedamos descansando en el Hotel y limpiando las bicis. Tomas tubo tiempo incluso de jorobarle una llave a Manolo al intentar quitar una pequeña holgura en la dirección. Eso sí, durante ese rato los bichos nos comían. No sé si por el calor o porque pero era insoportable la cantidad de bichos que había. Limpiando las bicis me fije en una escalera que salía por encima del garaje y que parecía de una piscina pero no le di más importancia. Es más, comenté con Tomas que parecía una piscina allí.

  Una vez que terminamos de limpiar las bicis nos sentamos a pasar la tarde hasta la hora de cenar. A las nueve fuimos a cenar los cinco. Jorge se había dado una buena paliza y había estado a nada de darse media vuelta porque las moscas le habían abrasado en toda la subida.

  En la cena alucinamos con la pedazo cena que nos pusieron. Eso sí, fue un homenaje al colesterol. Nos pusieron primero una taza con sopa de pasta y luego una tabla con un monton de cosas. Espetec, chorizo y demás a cortar por nosotros y comer hasta que nos llenáramos. Luego un filete de ternera y para terminar unas butifarras con patatas fritas que no se las saltaba un gitano. Impresionante. Menos mal que era pronto y podíamos hacer la digestión bien antes de ir a la cama.

  Luego hicimos tiempo antes de ir a dormir sentados fuera y hablando de todo un poco y creo que fue allí donde llegó la dueña del Hotel y nos mentó algo que nos ha dado mucho juego durante el resto de los días. “Hay servicio de lavandería y secador, es un servicio más….lo piden los clientes….es solo para clientes….” Todo con una parsimonia tremenda y con acento catalán. No se marchaba ni con agua caliente y lo repetía una y otra vez. Muchas risas con eso jeje

  Yo a una hora prudencial me fui a la cama y deje a Gin (manolo) Tonic (Tomas) con Jorge que se había marchado de excursión hablando por teléfono. Al día siguiente teníamos que subir la cumbre más alta y después del palizón de este día me apetecía descansar.

  Os pongo el perfil, pero creo que no actualice a primera hora el altímetro y me marca mal la altura.

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  Vídeo

Pedals de foc etapa segunda from Bizikleteando on Vimeo.

  Saludos